Ataraxia, un café literario para perderse y encontrarse
Nos vestimos de lugares, personas, sabores porque llevamos puesto todo lo que vivimos: una amalgama de colores, un sinfín de amores y una variedad de sensaciones. Y hay días en los que necesitamos perdernos de la rutina para encontrarnos y qué mejor que llegar a una ataraxia… a Ataraxia, Café Literario.
Este establecimiento artístico fue creado por Yeimmy Sánchez y Yulith Martínez, en asocio con La Huerta, Biblioteca Comunitaria; Antífona Fundación Cultural y Artística; Emisora La 5ta y Caseritas. El proyecto vio la luz en un sector exclusivo y central en la localidad quinta de Usme, específicamente en La Vereda El Pedregal, a 20 pasos del Colegio Universidad Antonio Nariño.
Yeimmy y Yulith son dos mujeres ‘de a pie’, que han venido trabajando de manera constante para contribuir al desarrollo artístico y cultural en esta localidad, resaltando el valor de las mujeres (especialmente mujeres rurales), desde sus amplios conocimientos, ya que Yeimmy es actriz de teatro y desde hace muchos años emprendió la labor de enseñar sobre la construcción de nuevos personajes y expresión corporal en Fundación Ataraxia, mientras que, Yulith se encarga de ilustrar ideas y, al unirse, dan como resultado Mujeres de la Frontera, un espacio en pro de la comunidad que se transmite a través de Emisora La 5ta.
Las dos representaron a Colombia en México, gracias al proyecto Ruta del Paladar, que consiste en contar historias a través de los manjares: “Esta gran experiencia nos dejó atónitas, no sabíamos qué sucedería en esa visita, lo único que queríamos era mostrar que Usme no es sólo drogadicción, ni hurtos, sino que, aunque la situación es difícil, hay personas que estamos poniéndole la cara a los retos”, expresó Yeimmy.
Ataraxia significa “estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la total ausencia de deseos o temores”. Y así tal cual es ese espacio: lleno de paz, tranquilidad, amor, música exquisita, cultura por doquier, sabores y saberes que nutren al paladar.
Al llegar, le recibirá una gran máscara en la puerta, en la otra un aviso que dice: ‘Bien llegados‘, y también Mónica Martínez (chef), con sus tatuajes y su buena onda, junto a Valentina Sánchez (administradora) con su sonrisa, calidez e inocencia. De fondo, un buen rock, blues, soul, jazz, entre otros géneros y a medida que llegan las personas la música colombiana empieza a darle vida a Ataraxia.
Cuando el visitante ingresa al establecimiento, encuentra frases en las paredes como: “Ojos que no leen, con razón que no entienden”, “¿Quién es lo más lindo?”, “Enciende las ideas de tu corazón”, entre otras.
Además, encontrará en su decoración libros, máscaras, artesanías, máquinas de escribir, mapamundis, cestas, flores.
En cuanto a los platos, son auténticos y originales por sus sabores, ya que llevan a vivir otras experiencias al paladar, rescatando y definiendo lo que entendemos por el aprovechamiento de las tierras de la zona campesina de Usme, en las que se incluyen los cultivos y la industria cárnica.
En su menú se encontrará una fusión de platillos volcánicos que, por su explosión de sensaciones, son una verdadera exquisitez para un momento rural dentro de la capital. En estos se incluyen: hamburguesas de carne de res muy tiernas y jugosas o carne de lentejas frescas y apetitosas; muffins de remolacha, otra deliciosa forma de conocer la dulzura del país; muffins de cerveza negra, un jarabe áspero para “gente chirriada”; tortas de zanahoria coloridas y de agradable sabor; de remolacha, una detonación azucarada; de cubios, simple pero sorprendente; jugos afrodisíacos, llenos de vigor e ímpetu; arepas con carne, queso, pollo, chorizo, mixtas; empanadas con su piel blanda, luna dorada; amor y alegría cebada fría.
Sin duda, comer allí es una experiencia aparte: servicio amable y ambiente agradable, adjetivos que se quedan cortos ante su esfuerzo y el amor que le ponen a la oferta gastronómica.
Fueron pasando las horas, la noche cayó y la música no se hizo esperar: fue el turno de El Son Campesino, grupo de carranga de la localidad.
“Esos ‘culicagados’, pa’ tocar tan bueno, sumercé”, expresó doña Otilia, asistente al lugar. Y entre brindis con vino de cacao con una experiencia al estilo vanguardista disfrutado al calor del hogar, los pasos de baile no se hicieron esperar.
Sin duda, Ataraxia es un plan perfecto para disfrutar entre familia y amigos.
- Precio de la experiencia: $ 4.000 - $ 15.000
- Horarios:
- Martes y miércoles (4:30 p.m. – 8:00 p.m.).
- Jueves, viernes y sábado (4:30 p.m. – 9:00 p.m.).
- Domingo (9:00 a.m. – 1:00 p.m. // 4:30 p.m. – 9:00 p.m.).
Para informes y reservas, comuníquese a los números de Whatsapp: (+57) 322 754 8291 o (+57) 313 866 8656.
Sígalos en Instagram: @ataraxiacafeliterario.
Facebook: Ataraxia café literario.